Una falla geológica es una fractura en la corteza terrestre a lo largo de la cual se mueven los bloques rocosos que son separados por ella.
Del punto de vista geométrico se conocen 3 tipos de fallas: normales o gravitacionales, inversas o de sobre-escurrimiento y horizontales o de rumbo.
Las fallas normales e inversas ocurren en el plano vertical con la distinción de que las fuerzas normales se deben a fuerzas tensionales y en las inversas a fuerzas de compresión, esta fuerza de compresión provoca que un bloque «cabalgue» sobre el otro bloque y así a las fallas inversas también las llaman cabalgamiento.
Las fallas de rumbo se desarrollan a lo largo de planos verticales y el movimiento de los bloques es horizontal, son típicas de límites transformantes de placas tectónicas. Se distinguen dos tipos de fallas: laterales derechas y laterales izquierdas. Laterales derechas o dextrales, son aquellas en donde el movimiento relativo de los bloques es hacia la derecha; mientras que en las laterales izquierdas o sinestrales, el movimiento es opuesto a las anteriores. También se las conoce como fallas transversales.