La precipitación consiste en la caída hasta la superficie de la Tierra del agua de las nubes. Lo más llamativo en la forma de manifestación de la precipitación, es que esta se puede dar en estado líquido o en estado sólido. Estas precipitaciones se pueden clasificar según varios criterios, en esta ocasión la clasificación se da en función de la forma y el tamaño de las gotas de agua que van precipitando según las condiciones ambientales.
Llovizna: Pequeñas gotas de agua, cuyo diámetro varía entre 0.1 y 0.5 mm, las cuales tienen velocidades de caída muy bajas. Lluvia: Gotas de agua con diámetro mayor 0.5 mm. Nieve: Compuesta de cristales de hielo blanco traslúcido, principalmente de forma compleja. Granizo: Precipitación en forma de bolas o formas irregulares de hielo, que se producen por nubes convectivas, pueden ser esféricos, cónicos o de forma irregular su diámetro varía entre 5 y 125 mm.