Esta metodología ordena los suelos en cuatro categorías (A, B, C y D), empezando desde suelos con bajo potencial de escorrentía y una alta razón de infiltración (A), pasando luego por suelos con moderada razón de infiltración y moderada taza de escorrentía, hasta llegar a los suelos con alta razón de escorrentía y muy baja taza de infiltración (D). Se toma en cuenta principalmente características físicas de los suelos, entre las cuales están la textura, el grado de humedad, la profundidad, la presencia de la napa friática, presencia de restricciones que impiden el movimiento del agua dentro del suelo, geología y otros.17:30