El ozono tiene dos caras, ya que actúa de diferente manera en función del lugar que ocupe en la atmósfera, este gas está formada por tres átomos de oxígeno (fórmula química: O3). Es el resultado de la unión de una molécula de oxígeno (O2) con un átomo libre del citado elemento.
Las características que destaca el ozono es su color azul y un intenso olor metálico, que se percibe muy bien cuando hay una tormenta con fuerte aparato eléctrico. Los rayos en su recorrido por el aire disocian moléculas de oxígeno, quedando átomos libres de ese elemento que, al unirse con otras moléculas sin disociar, forman el ozono. También es perceptible junto al mar, debido a que el fuerte oleaje también provoca una liberación al aire de átomos libres de oxígeno, que en presencia de luz se unen a moléculas de ese gas, formándose el ozono.