La intrusión marina provoca que el agua salada (procedente del mar) fluya hacia el subsuelo continental, mezclándose con las reservas de agua dulce, eso se debe a la mayor densidad del agua del mar que el agua dulce y ocurre cuando se produce un aumento de la columna de agua salada respecto a la de agua dulce o una sobreexplotación de un acuífero.
La intrusión salina se detiene cuando la columna de agua dulce aumenta, así, el agua de los acuíferos (proveniente de la lluvia) que tiene que salir hacia el mar, empuja al océano e impide que el agua de mar entre por debajo.