La siembra y cosecha de agua conjuga todas las alternativas tecnológicas prehispánicas y modernas, consiste básicamente en el almacenamiento del recurso hídrico mediante la construcción masiva de zanjas de infiltración en terrenos con pendiente y el establecimiento de plantaciones en las cabeceras de cuencas hidrográficas, donde nacen los ríos.También se garantiza la disponibilidad de agua mediante el manejo y cuidado de manantiales y puquiales, el fomento de buenas prácticas agronómicas e hídricas; y el uso adecuado de pastos, con áreas de rotación para dar sostenimiento a la productividad agrícola.